viernes, 4 de diciembre de 2009

Fate & Faith



Mi "mejor amigo" (sí, ya se que es un término más propio de épocas adolescentes), me regaló un libro hace unos años. Tenía dos ejemplares en su casa, porque su madre y él lo compraron ambos sin consultarse. "Cuando leí este libro me acordé de ti" - me dijo. El caso es que, lo que en un principio parecía una liberación de stock, una sóla frase lo convirtió en una intrigante aventura personal. Así es mi mejor amigo, con una sóla palabra o gesto, es capaz de cambiar todo su entorno, para mejor, para mucho mejor. Él sí es un auténtico maestro alquimista.

Estudié una carrera universitaria versión lite, de tres años. Es decir, una demo de la carrera completa de cinco años. Ingeniería técnica, lo llamaban. No me costó mucho, la verdad. Al final del tercer año ya sólo me faltaban por aprobar dos asignaturas y el proyecto fin de carrera. Al final del cuarto año, conseguí superarme, y aprobé una de las dos asignaturas. Por fin, al final del quinto año, hice cumbre.

Durante esos dos últimos años de "excelencia académica", además de no-ir a la universidad, dos actividades ocupaban todo mi tiempo. La primera de ellas, un trabajo de becario, que a la postre marcaría mi camino profesional. Y la segunda, la que mas tiempo me ocupaba, mi vida en un colegio mayor. Algún día explicaré, con todo detalle, por qué creo que debería ser obligatorio y subvencionado, para todo estudiante, pasar al menos un año de su vida en un colegio mayor. No more comments.

Después de ese quinto año, lleno de excesos y desajustes, mi mejor amigo insistió en que debíamos seguir estudiando. Mi contraoferta fue irnos a trabajar al extranjero. Creo que ni se le pasó por la cabeza. La zona de alonso martinez y su dial 88.2 ejercía una influencia casi telúrica que desvarató mis intenciones migratorias. Así que sólo quedaba por decidir qué estudiar. En ese punto no nos pusimos de acuerdo. Él quería complementar nuestro curriculum universitario con una carrera de letras o ciencias mixtas, y yo quería completarlo, terminando los dos años de la versión completa de la primera carrera universitaria, es decir, estudiar el ciclo superior.

Para desarrollar esos dos años adicionales de estudio tenía dos opciones ante mi. Nunca la vida te suele mostrar tan claramente como en este caso, cuál es la opción buena y cuál es la mala. La opción mala era una universidad situada al sur de madrid, a más de una hora de reloj, en el mejor de los casos, de mi colegio mayor. La opción buena era una universidad que estaba a tres minutos andando, literalmente, de mi colegio mayor "no more comments". El único inconveniente para acceder al paraiso, la opción buena, la pastilla azul, era mi expediente académico, en su vertiente temporal. El tiempo dedicado en terminar los tres primeros años era un criterio fundamental para permitir mi acceso al segundo ciclo en esta universidad. Mis dos ultimos años de no-estudio, si-becario y claro-que-si-colegio-mayor me cerraban las puertas.

Ahora menos, pero antes no me gustaba nada en absoluto que las cosas no saliesen como yo quería. Caprichoso, creo que es el término que recoge el diccionario. Así pues, urdí una completa estrategia llena de medias verdades, caras de pena y consecuencias dramáticas para conseguir abrirme las puertas y conseguir el acceso a mi mejor opción. Y fui ascendiendo poco a poco en el escalafón burocrático a base de insistencia y silencios incómodos. Desde el becario que recogía las solicitudes de acceso, pasando al becario jefe de los becarios que recogían las solicitudes de acceso, llegando, a través de sus secretaria, a la encargada del departamento de admisión y, a través de ésta, tras dos pasos intermedios más, a la secretaria del mismísimo rector de la universidad. Por fin conseguí dos cosas. Una, ganarme el cariño (lástima) de toda la oficina del rector, apoyaban mi causa y de qué manera. Y dos, una cita con el rector. Sentía el sabor de la victoria, el éxito, tocaba el cielo.

Y llegó el día de la cita y el rector ni siquiera me recibió en su despacho. Salió al pasillo para que yo no entrase y así no tuviera que echarme, suponiendo que me pondría insistente (pesado). Delante de toda la oficina, mi entregado público, me contó una sarna de estupideces; me habló de favores, de normas y hasta de discapacitados y la discriminación positiva que tanto le "molestaba". En aquel momento, mientras intentaba asimilar mi inesperada y estrepitosa derrota, no pude ni supe reaccionar ante aquel hombre y su conjunto de argumentos absurdos y nada coherentes.

A veces he pensado en acercarme de nuevo a aquella oficina, años después, y explicarle que hoy entiendo por qué no podía acceder a mi petición académica, pero que su trato y forma de actuar fue lamentable, fuera de lugar y nada educativa. Supongo que ser persona no lo enseña ninguna universidad. Es tan importante saber actuar tanto en las situaciones más desfavorables para nosotros, como en aquellas en las que tenemos una clara ventaja sobre los demás. Honestidad, creo que es el término que recoge el diccionario.

Ese día aprendí muchas cosas. Aprendí que el abono transporte de la zona b1 de madrid, donde se encontraba la universidad sur, costaba más de cinco mil pesetas. Y aprendí, también, que las cosas se pueden cambiar. Aquel día no lo conseguí, pero vi la forma de hacerlo, vi el camino. Creer en algo y luchar por ello. Eso es lo único invariable, todo lo demás sí se puede cambiar.

El libro que me regaló mi mejor amigo me lo lei en un par de horas. Es un libro pequeño, pero lleno de lecciones vitales y frases universales. Trataba de un pastor que creía tener un destino y luchaba ante mil adversidades para llegar a él. Al cabo de unos días, le pregunté a mi amigo si a él le había gustado el libro. Me dijo que sí, salvo en que no creía que las personas tuviesemos un destino prefijado. Me dijo que cada persona es capaz de poder elegir su destino en cada momento. Dicho así no pude revatirlo, así que me quedé con la esencia de la historia, de ambas historias.

El rector y el pastor para mi representan la capacidad de lucha, de fe, de cambio, de no resignación ante nada, de convertirse en arena en mitad del desierto, de esperanza, de permanecer atento y despierto ante aquellas cosas que no salen como esperamos.

Un año después de vagabundear por los arrabales sur de madrid, decidí cambiar mi perspectiva académica y seguí los pasos que había tomado mi sabio amigo en el mundo de las ciencias administrativas. Grandes años estaban por llegar.

Ya voy, Fátima -dijo el muchacho.

Pictures of you

I've been looking so long at these pictures of you,
that I almost believe that they're real.
I've been living so long with my pictures of you,
that I almost believe that the pictures are all I can feel.

Remembering you...

There was nothing in the world,
that I ever wanted more,
than to feel you deep in my heart.
There was nothing in the world,
that I ever wanted more,
than to never feel the breaking apart...

... all my pictures of you.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Saturday night

10:15 Saturday night, and the tap drips
drip drip drip drip drip drip drip...

domingo, 8 de noviembre de 2009

City lights



Empezar a vivir juntos. Fijar la fecha de la boda. En los últimos dos años, se han sucedido las noticias relacionadas con parejas amigas mías. Cada una de estas noticias es la culminación del amor, de una historia de amor, más o menos larga, más o menos intensa, más o menos especial. Es como si hubiesen conseguido llegar, juntos. Pero llegar, ¿a dónde?

Cuando pienso en mis padres, siempre me vienen a la cabeza agarrados de la mano. No puedo imaginar al uno sin el otro. Toda la vida, desde que nací, los he visto esforzándose juntos para sacar adelante quizá el proyecto más importante de sus vidas, sus hijos. No puedo imaginar, ni remotamente, como hubo un tiempo, antes de que yo naciera, en el que ni siquiera se conocían. Dos personas completamente desconocidas que se unirían por siempre a partir de un baile.

Supongo que todo empezó igual que siempre, como empieza toda historia de amor. Al principio ganas de verse, siempre en la cabeza, roces, palabras, caricias, enamorarse, un estado de euforia interior, querer ser mejor persona. Tiempo. Luego, amor más intenso, más palabras, momentos compartidos, intercambiar conocidos y espacios, mostrar los pensamientos más íntimos, compartir los miedos y los sueños. Más tiempo. Y al fin, complicidad, confianza y cariño, infinito cariño.

Cuando conocí a mis padres, ellos ya estaban en este último punto. Cuánto daría por poder ver su historia, con sus miles de momentos y detalles, a modo de película, sentado en el sofá de mi casa.

Me fascina pensar cómo dos desconocidos llegaron a compartir sus vidas durante tantos años. Y cómo su esfuerzo creó un hogar, mi hogar. Y a mi familia. Cuando pienso en mis padres comprendo lo que es "una historia de amor", comprendo a dónde hay que llegar.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Redes sociales

El otro día, un amigo mío mantuvo una conversación con su novia (en diferido, vía muro) por facebook. Era algo trivial, no recuerdo bien. -¿Necesitas algo? -Traeme esto o aquello... Me llamó la atención.

Era el año 1995. Tenía dieciséis años y aquel verano decidí trabajar por dos motivos. Primero, por ganarme el respeto, tanto mío como de mis padres, y convertirme en un hombre de provecho. Responsabilidad, esfuerzo, sacrificio, bla bla bla... Y segundo, porque quería convertirme en el rockero más conocido del mundo entero. Dinero, chicas, fama,... Lástima que solo conseguí cumplir mi primer objetivo (y a medias).

Con el dinero que gané pintando, lijando, barnizando, raspando y madrugando, sobre todo madrugando, me compré una guitarra eléctrica. Creía firmemente aún en mi segundo objetivo. Por aquel entonces, ya había leído el capítulo de mi vida titulado "mi primer amor". Así que, ese día, afiné mi guitarra y senté a mi novia en mi habitación. Creo que estuve más de cuatro horas seguidas aturdiéndola con todo tipo de sonidos, celestiales para mi. Hoy lo pienso y no me explico cómo no salimos, mi guitarra y yo, volando por la ventana.

Supongo que fue la necesidad de expresarme. De compartir lo que sentía. De enseñar lo que llevaba dentro. Todos tenemos esa necesidad. Mostrar a los demás nuestras inquietudes, nuestras ilusiones, nuestros temores. El hombre (y la mujer) es un ser social, por naturaleza. Y digo "por naturaleza", literalmente. Supongo que, en los albores de la humanidad, los hombres más sociales que se unían a otros para conseguir sus objetivos (cazar, etc.), sobrevivían de un modo más eficaz que aquellos que no lo hacían. Y por esa razón nosotros, como descendientes de aquellos hombres, somos sociales.

Una de las primera formas, muy palpable, que encontraron estos hombres sociales de expresarse a los demás fue realizando pinturas en las paredes de las cuevas. Supongo que alguien llevaba ese arte dentro y quería mostrarlo a los demás. Y así, de una manera más o menos consciente, actuamos todos. Expresando, aunque ya no en cuevas, lo que tenemos dentro de la forma que creemos más conveniente. La familia, la pareja, los amigos,… es nuestro entorno más cercano en el cual intentamos expresarnos. ¿Qué buscamos con esto? Quizá reconocimiento, quizá simplemente queremos conseguir que el otro sienta lo mismo que sentimos nosotros. Quién sabe.

Hoy es el año 2009. Redes sociales y blogs. Facebook tiene más de trescientos millones de usuarios. Twitter tiene más de cincuenta millones. Y estas páginas, lo “único” que hacen, es facilitar nuestra forma de expresarnos y llegar a los nuestros (y no tan nuestros), de decir lo que estamos pensando, de mostrar lo que hemos hecho, etc. Son las cuevas de Altamira del siglo XXI. Más allá de las posibles críticas que podamos hacer a la filosofía de estas redes sociales y a su capacidad para acercar, de un modo más o menos real o ilusorio, a las personas (o al menos, a las pantallas de ordenador), más allá del bien y del mal, lo que es cierto es que muchas personas utilizan estos medios para expresarse e intentar a llegar a los demás, o mantenerlos más cerca. Este blog, sin ir más lejos.

También es cierto que, en estas redes, confluyen otros factores más allá del aquí expuesto. Como puede ser el morbo del acceso a la intimidad de las personas, una especie de “minigranhermano” con nuestros conocidos (y no tan conocidos). Y me preguntó qué motivos tuvo la naturaleza para facilitar la supervivencia a los hombres (y las mujeres) más indiscretos, cotillas y murmuradores frente a aquellos que no lo eran. Curiosa la naturaleza.

The Jacket

Película recomendada


JACKIE (Je) - Do you want a drink?
JACK (J) - I want this...

(They kiss)

(J) - I'm running out of time.
(Je) - I don't care. You have to come back. I didn't ask for you, but now...
...you just have to come back.
(J) - It's not like that. I don't have control over it.
(Je) - Well...
...get control.

Come back to me, Jack.

viernes, 9 de octubre de 2009

Earth (home)



El proyecto HOME es un largometraje, estrenado en 2009, que tiene como meta llevar su mensaje a la mayor cantidad de personas y convencerlos de la necesidad de nuestra responsabilidad individual y colectiva hacia el planeta Tierra. Os recomiendo verlo, en HD, los paisajes son espectaculares.

Home



You know that point in your life when you realize the house you grew up in... isn't really your home anymore.

All of a sudden, even though you have some place where you put your shit... that idea of home is gone.

You'll see one day when you move out. Just sorta happens one day, and it's gone. You feel like you can never get it back. It's like you feel homesick for a place that doesn't even exist. Maybe it's like this rite of passage, you know?

You won't ever have that feeling again until you create a new idea of home for yourself. You know, for... For your kids. For the family you start.

It's like a cycle or something.

(Garden state, 2004)



¿Sabes ese momento en el que te das cuenta de que la casa en la que has crecido ya no es tu casa?

De repente, aunque tengas un sitio donde poner tus cosas, la idea de casa desaparece.

Un día, cuando te vayas, te pasará. Y no habrá vuelta atrás. Ya no lo recuperarás jamás. Es como sentir nostalgia de un sitio que ya no existe. Tal vez sea ley de vida, ¿no crees?

Y no volverás a sentir lo mismo hasta que crees tu propio hogar para ti, para tus hijos, para la familia que formes.

Es como un ciclo.

(Algo en común, 2004)

viernes, 25 de septiembre de 2009

Experiencia laboral

Aquí os dejo mis humildes conocimientos adquiridos a través de mi experiencia laboral. ¡Qué grande Enjuto Mojamuto y el peor día de su vida!







La tienda mágica

Érase una vez una niña que era muy maja y se llamaba Vicky. Un día se encontró un perro hablador entre los arbustos de su jardín. Vicky se extrañó porque era como mágico, y de pronto dice: -Hola. Entonces Vicky se quedó alucinada, como al lado de su casa hay una tienda de animales, sucia y medio abandonada fue a ver, entro y era tan bonita que se quedó más y se fijó tanto que descubrió que era una tienda mágica. Dejó al perro y fue a verle todos los días.

(Paula C.A., 8 años)

lunes, 21 de septiembre de 2009

Little Mis Sunshine

Película recomendada

Argumento
Los Hoover son una familia conflictiva: el abuelo esnifa cocaína y suelta palabrotas, el padre da cursos sobre el éxito con estrepitoso fracaso, la madre no da abasto, el tío se recupera de un suicidio frustrado al ser abandonado por su novio, el hijo adolescente lee a Nietzsche y se niega a hablar, y la hija pequeña, Olive, gafotas y ligeramente gordinflona, quiere ser una belleza. Cuando un golpe de suerte lleva a Olive a ser invitada a participar en el muy competitivo concurso de 'Pequeña Miss Sunshine' en California, toda la familia Hoover se reúne para ir con ella. Se apilan en su oxidada furgoneta Volkswagen y se dirigen hacia el Oeste en un trágicómico periplo de tres días lleno de locas sorpresas que les lleva al gran debut de Olive, el cual cambiará a esta familia de inadaptados de una forma que nunca hubieran imaginado.

Curiosidad
Antes de escribir el guion, Arndt leyó en un periódico que el actor y gobernador de California Arnold Schwarzenegger, en un discurso a un grupo de niños de escuela, les dijo: «Si hay algo en este mundo que me da asco, son los perdedores. Los desprecio profundamente». Como resultado, Arndt desarrolló el guion satirizando esa actitud: «Me di cuenta de que hay algo tan equivocado en esa actitud [...] quise atacar la idea de que en la vida hay unos que suben y otros que bajan. Me pareció que un concurso de belleza para niñas es el epítome de la competición absurda más estúpida que se le puede hacer experimentar a alguien».

Solo tú, no necesito más.
Te adoraría lo que dura la eternidad.

martes, 1 de septiembre de 2009

El efecto mariposa

Esta mañana me levanté temprano. ¡Bien! Desperezarse con todo el tiempo del mundo, sin prisa alguna, es agradable. Llegué al baño y tras aplicarme espuma me dispuse a afeitarme. Con la primera incisión de la cuchilla me corté... en la nariz. Sí, sí, en la nariz. No dispongo de moviola para ver qué cojones he hecho para cortarme en la nariz. Y claro, me he puesto a sangrar como un cerdo el día de su calvario gastronómico. Pensé que hoy no sería un buen día. Porque hay días que sí, y días que no.

No todos los días son igual de importantes, a pesar de lo que diga la literatura vitalista barata. Hay días que marcan cientos de días posteriores. Días que nacen en un momento o en una decisión tomada un día en particular. Y son decisiones que pueden durar segundos. Voy o no voy. Llamo o no llamo. Pregunto o no pregunto. Otras, son decisiones de más calibre. Estudiar esto o lo otro. Escoger este trabajo o el otro. Tener un hijo ahora o más adelante. Incluso hay un último grupo de decisiones que son completamente aleatorias. El lugar donde sentarse el primer día de clase. El rincón más despejado de un bar.

Algunas de estas decisiones se perderán en el tiempo. Apenas tendrán repercusión. Pero otras, sin darnos cuenta en ese momento, marcarán miles de instantes futuros. Me he puesto a pensar. Intento buscar el momento exacto del día en el que se fraguaron los momentos más relevantes de mi vida. Y me sorprendo, porque puedo encontrarlo en la mayoría de ellos.

Seguro que vine a estudiar a madrid porque en algún momento preciso de algún día en particular leí, escuché y valoré esa opción. Me quede a vivir aquí porque el primer día de universidad me senté delante de Luis. Compré mi casa un día en que Rebeca me llamó a las once de la noche para darme el teléfono de una habitación que alquilaban por ciento ochenta euros. Empecé a trabajar el día que me crucé con Miguel viniendo del autobús. Viajé muchos días, el día que Luis conoció a Cesar. El día que mi hermana Esther leyó el boe. El día que me enteré que habría un eclipse de sol. El día que decidí ir un miércoles a un antro...

Me intriga el pensar que un pequeño instante, insignificante a priori, pueda afectar tanto a mi futuro, desembocando un tsunami de sensaciones y experiencias vitales futuras, como una especie de efecto mariposa, cuyo aleteo hoy puede hacerse sentir en forma de huracán al otro lado del mundo mañana. Y ese efecto sólo puede verse con el paso de los días. Así que, quién sabe que me deparará mi nariz lastimada.

sábado, 8 de agosto de 2009

Musicalization (new age)

Un amigo mío me envió una invitación virtual para poder instalarme un programa de música online. En ese momento no le hice mucho caso, pero a día de hoy este programa me ha conquistado. Os hago extensible aquí la invitación (a modo de panfleto publicitario).

El programa requiere dar de alta una cuenta (registrarse). Es muy facilito y rápido, menos de 1 minuto. Una vez registrado permite bajarse el instalador, no más de 2 megas. Instaladlo e ingresad con la cuenta que acabáis de crear.

Una vez instalado, podéis crearos todas las listas de distribución que os imaginéis con toda vuestra música favorita, a través del buscador. Lo fascinante del programa es que podéis instalar el programa en tantos ordenadores como tengáis (casa, curro, portátil, etc.) y al acceder con la misma cuenta, tenéis disponibles todas las listas de distribución que hayáis creado. La forma de escuchar la música es streaming, no descarga. Rápido, cómodo y no ocupa espacio por mucha música que tengas en tus listas de distribución.

Obvio es gratis, aunque inserta publicidad de vez en cuando. Y además podéis compartir y enviar fácilmente las listas a cualquier otro usuario. Música sin límites. Enjoy it!

Musicalization (... y 2)


El programa napster, junto con la velocidad de conexión de la primera empresa donde trabajé (como becario, evidentemente) me permitieron hacerme con un montón de recopilaciones de música pasada, así como con cada nuevo disco que salía de cualquiera de mis grupos favoritos, y no tan favoritos.

Mientras yo grababa, y guardaba en las estanterías, mis recopilaciones en cedes de 74 minutos (siempre había alguna canción que no cabía hasta que llegaron los cedes de 80 minutos); mientras, como digo, las grandes multinacionales discográficas intentaban acabar, con más o menos razón, con esta nueva y revolucionaria forma de transmisión músico-cultural. Pero para cuando abrieron sus paraguas legales, el diluvio napster (el cual consiguieron apagar) había derivado en la filosofía “todo de todos” y surgieron nuevas redes p2p (por aquel entonces emule) que permitían el intercambio ya no sólo de música, sino de todo tipo de información, como videos, libros, documentos,…

Cuando descubría un nuevo grupo, a partir de alguna de sus canciones que escuchaba en la radio o en algún bar, pasé de bajarme, no sólo la canción o incluso el disco completo, sino la discografía entera. Llegué a tener más música en el ordenador de lo que podían aguantar mis estanterías. Y así empecé a grabar la música en los cedes directamente en formato comprimido emepetrés. Sacrificaba poder escucharlos en mi radiocede e incluso, cuando me lo dejaban, en el coche de mi madre (con un fantástico cargador de seis cedes).

Pero como en aquella época solía moverme en transporte público, para poder escuchar mis cedes en emepetrés, me compré un reproductor de cedes, al estilo walkman, de pilas (recargables), que “leía” emepetrés. En cada viaje en metro, podía elegir entre siete u ocho discos completos, con todas sus canciones, que cabían en cada cede. Fue otro de los grandes acontecimientos hasta ese momento de mi vida pre-adulta. Poco más tarde todas las mini-cadenas musicales leerían emepetrés y las radios de los coches soportarían ese formato.

Y llegó el día que cambié el transporte público por mi coche. Y llegó el día que cambié mi radiocede portátil (al estilo walkman) por un ipod, mucho más práctico, cómodo y con más capacidad que los asombrosos, en su día, cedes de emepetrés. Y me pregunto si también llegó el dia en el que acumulé más música de la que podía escuchar en toda una vida. Y veo que no. Hago mis cálculos, mis más de trescientos gigas de música acumulada no me llevarían ni siquiera un año entero escuchándola ininterrumpidamente. Así que supongo que tampoco es tanta música.

Musicalization (1...)


Fue a finales de 1996. Había leído acerca de una emergente red de redes que sería capaz de conectar el ordenador de mi casa con otro ordenador situado en el mismísimo edificio de la nasa; algo que iba a revolucionar el mundo científico y de la educación. A la postre revolucionaría esos mundos y toda la sociedad en general. Y de qué manera.

Pero no quiero hablar de internet. Fue mi afición juvenil y entusiasta por la astronomía, en pleno proceso creativo, la que vio en esta red de redes la oportunidad de acceder a cientos de líneas de información y, sobre todo, fotos de planetas, nebulosas, estrellas, galaxias,…

No recuerdo bien cómo conseguí convencer a mi madre, en el rol de socia capitalista, y comencé mi andadura por internet. Me rodeé de términos como infovia, redestb, modem,… Me conectaba, armado de paciencia, a vertiginosas velocidades de veintiocho mil bits por segundo (frente a los usualmente más de tres millones de bits actuales). Una vez al día, durante no más de una hora (no existía el término tarifa plana aún), inundaba mi disco duro de casi quinientos megabytes (con su posterior copia de seguridad a infinitos disquetes de 1.44 megabytes) de todas las fotos que encontraba por “ahí”; no fuese a ocurrir que un día, de buenas a primeras, cerrase internet.

También había leído, entre las mil y una ideas peregrinas que surgían en aquella época acerca de la novedosa red de redes, que algunos ordenadores (o servidores o lo que quieran que fuesen), compartían música.

Aunque nunca llegué a cardarme el pelo, ni vestir de negro, oscuro, por aquellos días era un auténtico fan de The Cure y me puse manos a la obra a buscar todo lo que pudiese encontrar del grupo. Más fotos, carátulas para mis cintas tdk,… Y encontré un bootleg (descubriría que se llamaban así a las ediciones pirata) de un concierto de 1992. Fue uno de los momentos más excitantes de mi vida (hasta esas alturas post-adolescentes en las que se encontraba mi vida, claro está).

En ese entonces, en mi casa había una especie de cadena musical con dos altavoces, con capacidad para dos casetes, donde realizaba el pirateo típico de aquella época (de cinta a cinta). Estaba situada en el salón y sólo podía escucharse cuando nadie estaba viendo la tele. Así que fue todo un acontecimiento cuando mi padre instaló uno de los altavoces en el pasillo, tras una habilidosa ingeniería de cableado. Es así como mis tres hermanos mayores, educaron mi oído en todo tipo de registros y épocas distintas, con sus variopintos gustos musicales.

Tardé más de un mes en descargar las más de veinte canciones de aquél bootleg. Y ello, gracias a que estaban comprimidas utilizando un novedoso sistema de compresión que conseguía reducir una canción de cinco minutos, que ocupaba más de veinte megas en formato wav, en no más de cuatro o cinco megas en un formato llamado mp3, sin perder apenas calidad de audio. Me parecía algo increíble.

Un par de años después, alguien se haría con un buen montón de dinero con esta idea, intermediando entre las necesidades musicales de miles de personas a través de un programita llamado napster, que dinamitaría los cimientos de la industria discográfica mundial.

domingo, 2 de agosto de 2009

Summertime


Como ya llegó agosto, os comparto este anuncio comercial. Más allá de un simple anuncio, es un videoclip genial con sabor a verano. La historia de unas vacaciones y de todo lo que puede pasar en los largos días verano y sus noches. Un cortometraje musical que destila la esencia del verano.

viernes, 24 de julio de 2009

People

A lo largo de la vida, ¿con cuántas personas llegamos a cruzarnos? Un número, ¿100, 500 , 2.000,...? Me refiero a personas con las que, en algún momento, ya sean segundos, minutos, meses o años, con mayor o menor grado de intensidad, hemos compartido un rato de nuestra vida.
He mirado en internet. Siempre hay alguien que ya pensó cualquier cosa que se me pueda ocurrir. Nombre y apellidos. Ese es el criterio que propone uno de mis precursores. Es necesario saber el nombre y el apellido para incluir a la persona. Con el nombre sólo me parece suficiente, ese es mi criterio. Repaso mi historia, el colegio, el barrio, la universidad, el trabajo, la familia, los amigos,...

Me he puesto a recordar. Es increible cuánta gente cabe en mi cabeza. Nunca he tenido buena memoria, aún así, vuelan por mi mente decenas de personas. Momentos y detalles de cada una, de su personalidad, de su forma de ser, de hablar, de actuar, de las situaciones que compartimos... La perspectiva temporal me permite ver a cada persona que me viene del recuerdo de un modo más general, más amplio, más completo. Mi recuerdo filtra muchos de los pequeños detalles y me muestra a las personas con sus rasgos más identificativos, más personales, en una especie de "redondeo" humano.

Y me doy cuenta de todas y cada una de las singularidades de cada uno de ellos. Todos presentan rasgos identificativos y únicos. Del mismo modo que cada persona tenemos un aspecto físico único, también expresamos una personalidad única, con similitudes y diferencias del resto de personalidades, pero perfectamente identificable.

Todas esas personalidades, de un modo u otro, me han marcado, con una huella más o menos profunda. De todos he aprendido, consciente o, en la mayoría de los casos, incoscientemente. Mi personalidad es fruto y se alimenta de todas las personas con las que me he cruzado. Porque todas las personas tienen cosas que enseñar. De todos podemos aprender algo, cómo queremos ser, cómo no queremos ser, cómo nos gustaría hacer, cómo hay infinitas formas de ver una misma cosa, como hay infinitas formas de afrontar los acontecimientos,...

Cada persona que conozco, he conocido o conoceré, es una caja de cartón cerrada. Con un mundo de sorpresas y momentos por descubrir. Son cajas de infinitas esquinas. Hay cajas que abres y sólo llegas a mirar por encima y las hay que, aún con el paso de los años, nunca dejas de explorar y siempre descubres nuevos rincones. Y la vida es un gran almacén, sin problemas de espacio, capaz de almacenar tantas cajas...

domingo, 19 de julio de 2009

Free Hugs


“A veces todo lo que necesitas es un abrazo”. Así comenzó Free Hugs Campaign, la historia de una persona conocida como Juan Mann, que un día decidió dar abrazos gratuitamente a la gente en la calle. Por pequeñas casualidades de la vida los abrazos de Juan Mann han roto todas las fronteras, hasta convertirse en un movimiento mundial. Pero eso es otra historia, el final de esta historia.

En el año 2004, Juan Mann (seudónimo cuya fonética coincide con One Man, "un hombre") regresa a Australia, su país natal. Una vez allí, el sentimiento de soledad comienza a invadirlo, sus padres acababan de divorciarse, se había separado de su prometida y su abuela había fallecido. Para animarse decide ir a una fiesta, donde una desconocida le regala un abrazo, "Me sentí como un rey, fue lo mejor que me ha pasado nunca", así describiría ese momento tiempo después.Con ese sentimiento, un 30 de junio, decide salir a repartir abrazos a la gente que transitaba por Pitt Mall Street en Sídney.

Así fue como conoció a Shimon Moore, quien grabó al protagonista abrazando y el intento frustrado de la policía de prohibir los abrazos gratis. Precisamente, sería ese video alojado en youtube, el que llevaría una simple actitud a transformarse en todo un movimiento a nivel mundial, conocido como Free Hugs Campaign o Abrazos Gratis.

A partir de 2006, el movimiento se logra expandir alrededor del mundo gracias a personas que, motivadas por el vídeo original, deciden lanzarse a las calles a repartir afecto, y posteriormente, gracias al boca a boca originado por estas espontáneas acciones. (El video que aquí cuelgo es una muestra de ello, en la ciudad de Málaga)

Actualmente, el movimiento continúa por todo el mundo, y en youtube se alojan centenares de vídeos creados por los "abrazadores" que simplemente pretenden compartir sus experiencias con más gente.

viernes, 12 de junio de 2009

Libro recomendado

El psicoanalista
John Katzenbach
"Feliz 53 cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte. Pertenezco a algún momento de su pasado. Usted arruinó mi vida. Quizá no sepa cómo, por qué, pero lo hizo. Llenó todos mis instantes de desastre y tristeza. Arruinó mi vida.

Y ahora estoy decidido a arruinar la suya. Al principio pensé que debería matarlo para ajustarle las cuentas. Pero me di cuenta de que eso era demasiado sencillo. Es un objetivo patéticamente fácil, doctor. Acecharlo y matarlo no habría supuesto ningún desafío.

Y, dada la facilidad de ese asesinato, no estaba seguro de que me proporcionara la satisfacción necesaria. He decidido que prefiero que se suicide".

Communication

(Es necesario ver con altavoces)

Este video es un comercial de una compañía de telecomunicaciones europea. No obstante, es un video entrañable y emocionante. Como no quería poner sólo el video, he buscado algo de información que, brevemente, os comparto a continuación.

"El sonido que emiten las ballenas no es uno más de los que se encuentran en la naturaleza. Despiertan en nosotros emociones muy especiales. ¿Por qué? Roger Payne, alguien quien ha trabajado por más de 40 años tratando de comprender el código del canto de las ballenas jorobadas, cree que ésto es porque componen sus canciones utilizando leyes muy parecidas a las que usamos nosotros, los humanos. Aparece así pues, la rima, la variación, el ritmo. No se trata de sonidos azarosos, sino que por el contrario éstos son predecibles y originales a la vez."

"Las hipótesis no acaban. Podemos pensar que las ballenas pueden transmitir información de cualquier tipo entre ellas, información que pudiera ser útil para la supervivencia, sobre corrientes marinas, sobre peces, sobre estrellas, sobre humanos investigándolas. En un documental de la National Geographic, Roger Payne, especula sobre una idea muy interesante: afirma que el canto de las ballenas es un misterio no menos misterioso que el canto humano. Dice que es muy difícil explicar por qué hacemos música los humanos y que eso habla sin dudas, de una herencia evolutiva muy anterior a la especie humana... y que explica muy bien por qué las ballenas y humanos nos sentimos fascinados recíprocamente en una corriente de curiosa empatía."

"Me pregunto si alguna vez podremos decodificar este lenguaje en clave cetácea. Me pregunto como se sentirá el mundo desde las profundidades del océano. Me pregunto que sentirá una ballena, cuando ve de cerca a un humano, un ser tan pequeño y tan curioso."

miércoles, 20 de mayo de 2009

Songs & Moods

Nunca consigo entender las canciones en inglés. Siempre he pensado que rechazar dos becas de estudio en Inglaterra, durante dos veranos seguidos allá por el año 95 (por una chica, claro está), fue y es la principal causa de mi no-bilinguismo crónico. Ya sé, el ser humano, las oportunidades perdidas, los caminos no tomados... todas esas estupideces.

Si me esfuerzo en escuchar (curioso el cuerpo humano), consigo entender frases sueltas. El título, el estribillo, algunas frases que se repiten,... todas ellas conforman pequeñas partes de un todo que fabrico en mi cabeza. Es entonces cuando imagino -intuyo- de qué trata la canción que estoy escuchando, y la pongo en contraste con mi amplio registro sentimental de experiencias vividas, pasadas, presentes, e incluso, imaginarias. Y cuando la canción que escucho -e intento entender- explica y conecta con algunas de esas experiencias, entonces, me despierta una agradable sensación de complicidad. Alguién, en algún otro lugar o en algún otro tiempo, sintió lo mismo que yo.

La canción tiene que ser en inglés. Con las canciones en español no me pasa igual. No lo siento con la misma intensidad. Claro está que no es que sean peores canciones éstas, si no que, al traducir lo que yo creo entender de aquellas, puedo aplicar -imaginar- criterios más libres y moldeables para conseguir lo que yo quiero que signifique. Así, la canción se adapta mejor a mi.

A veces no me resisto y le pregunto a guguel qué demonios esta diciendo la canción que escucho -the lyrics. Creo que así se pierde algo de romanticismo. Si no me gusta -no entiendo- la respuesta, entonces me quedo con mi versión de la canción, en la que dice, exactamente, lo que yo quiero escuchar. Hasta los catorce años internet no entró en mi vida y me acostumbré a actuar de esa manera. Hasta entonces, "tiraba" de mi hermana y su largo año de estudio en England. Cogíamos papel y boli y destrozabamos la cinta -sí, cinta- rebobinando una y mil veces hasta entender lo que decía la canción. Y a veces no conseguíamos descifrar todas y cada una de las letras de cada canción. Pero, de tanto escucharla, la canción ya era mía; dijera lo que dijera, estaba dentro de mi. Como una vez escuché decir acerca de las canciones en inglés, "me gustan porque, aunque no entiendo lo que dicen, siento que va conmigo"

Y es que, cuando una canción que va con nosotros suena, todo nuestro cuerpo se activa. Debe de ser real la doble naturaleza de ser humano, partícula y onda porque, cuando escuchamos una canción que nos gusta, todas y cada una de las partes de nuestro cuerpo vibra, como un estanque en el que cae una piedra. Y así, una sola canción, es capaz de alterar enérgicamente nuestro estado de ánimo y hacernos sonreir, olvidar, llorar, perdonar, sentirnos eufóricos, disfrutar, extrañar, compartir,...

viernes, 24 de abril de 2009

Película recomendada

L'auberge espagnole
Una casa de locos
Todo empezó cuando el avión despegó.¡No! No es una historia de despegues sino... Todo empezó más o menos así. Tenía una cita con Jean-Charles Perrin. Empieza donde luego acabaría. ¡Adelante!...

Sinceramente creo que son dos películas muy especiales. Reconozco me han encantado en gran parte porque reflejan bastante bien la vida de un estudiante Erasmus.. y no creo que exista un estudiante de intercambio a quien no le haya entrado la nostalgia viéndolas. Y no solo hace falta haber sido un estudiante de ese tipo, si no cualquiera que se haya enfrentado al reto de un cambio de ciudad, ya sea para estudiar o trabajar, a la experiencia y el miedo de lo desconocido, de lo que está por descubrir.

La secuela de esta película se llama Las muñecas rusas (Les poupées russes) y explica perfectamente la vida una vez que se termina de estudiar. El mundo laboral, el amor, la familia, los amigos,...
¡Espero que las disfruteis!

jueves, 23 de abril de 2009

4 a.m.

Abro los ojos. Otra vez, que fastidio. Me gustaría que mi cuerpo tuviera un boton, una especie de interruptor con dos posiciones: dormirse y despertarse. Pero claro, una vez dormido, cómo despertarse.

A las cuatro de la mañana de un jueves cualquiera todo está tranquilo. Muy tranquilo. No hay ruidos. No hay personas. No hay coches. Sólo luz de farolas y calles desiertas, dispuestas a recibir en unas horas el amanecer, la gente, el ruido, los coches. Miro el reloj de mi mesilla. Sí, son las 4 a.m. A estas horas de la madrugada el tiempo se distorsiona. Los minutos apenas corren. Bostezo.

Tiempo y Silencio. Pienso en encender la radio, en ver la tele, coger el portatil, cualquier actividad que despeje de mi mente el deseo de querer dormirme, de activar el interruptor. Curiosa y caprichosa mente. En cuanto despeje ese deseo, sé que me domiré. No antes. No enciendo la radio, no veo la tele, no cojo el portatil. Quizá no sea buena idea. El silencio me resulta acogedor, agradable. Los pensamientos en mi cabeza se amplifican, me llegan nítidos. Es como si por un momento yo fuese la única persona en el mundo. Como si, con un golpe mágico de manos, todas las cosas y todas las personas se detuviesen por unos instantes. Infinitos instantes. Como si el mundo girase más despacio, incluso llegase a pararse.

Cuando el mundo no gira, nada de lo que está en él gira tampoco. Nada parece tan importante. Los problemas, las preocupaciones, los planes de futuro, el devenir del día a día. Me gustaría guardar unas muestras de esta sensación en tarros pequeños, a modo de esencia. Y así mañana, cuando me encuentre entre prisas, ruido y gente, podría abrir uno de estos tarros y recordar estos momentos.

Tomo un libro. Busco historias ajenas en sus páginas, pero mis ojos están cansados. Se niegan a transportar las palabras escritas a mi mente. Bostezo, de nuevo. Y la idea de dormirse se graba a fuego en mi cabeza. Así, es imposible. Me acerco a la cocina y tomo un vaso de agua. Tanto silencio me ha dejado la boca seca. Vuelvo a la cama. Comienzo a resignarme. Maldito interruptor.

Más silencio. Por un momento creo escuchar hasta el ruido de la Tierra desplazándose por el espacio, incluso las explosiones de gas del Sol. Pienso que sería increible poder viajar hasta tan lejos y verlo realmente. E imagino que soy un astronauta, en mi nave espacial, viajando por el hiperespacio, recorriendo el cosmos, las estrellas, las galaxias. Y en mi viaje, descubro civilizaciones extraterrestres. Imagino como serían. Aliens, pitufos, caballeros jedi, hormigas gigantes,... me hace gracia imaginar un universo con todas esas especies.

Y si estoy viajando por el espacio sideral, imagino que tambien podría viajar por el tiempo. Y pienso en todas las épocas que me gustaría visitar. Y decido viajar con mi máquina del tiempo y el espacio, como caballo de troya, al imperio romano. Y me imagino como un cesar, jefe de todos los ejércitos, invencible, y pienso en las batallas, planifico las conquistas, disfruto del poder, las victorias, los sobornos...

Y tomo de nuevo mi nave y regreso a mi época. Esta vez quiero imaginar que soy piloto de carreras, el más rápido, el más afamado campeón del mundo de toda la historia. Siento la velocidad, el riesgo, las curvas, adelantamientos imposibles, ganar carreras,...

Y es así, a trescientos kilómetros por hora, en mi cabeza, viajando por el tiempo y el espacio, imaginando personajes e historias, como desaparece de mi mente el deseo de dormirme. Y entonces, encuentro el interruptor. Y duermo.

martes, 7 de abril de 2009

martes, 31 de marzo de 2009

El olor de las calles

Creo que es el olor de las calles.
Es distinto. No sé.
Los últimos días han sido duros, largos. Hago mis esfuerzos. Quizá algún día aprenderé a estar más tranquilo. La tranquilidad que dan los años, la tranquilidad que dan las experiencias vividas. Las victorias sufridas, las dolorosas e inesperadas derrotas. Salir adelante.
Algunas veces no sé por qué razón estoy luchando, por qué causa, por qué final. En esos casos, se hace difícil. Quién sabe si merecerá la pena. Armarse de paciencia. La paciencia de los planetas, que han esperado miles de años para encontrar su sitio en el espacio. Y aún lo siguen buscando.
Y entonces, amanece.
Siempre amanece. Y un día cualquiera, todo está en su sitio, ordenado y colocado en perfecta armonía. Cada pensamiento, cada razón en su lugar de la cabeza. Cada sentimiento en su lugar del corazón. Y somos capaces de sentirnos conectados con el mundo, el resto de la gente, con la vida.
Y es entonces, cuando todos los esfuerzos han merecido la pena. Cada preocupación, cada desvelo, cada gota de sudor, cada sacrificio, cada minuto invertido. Y ese día el sol es más amarillo y brilla con más fuerza que nunca; y el cielo se muestra más azul; y las calles huelen de otra manera. Sí, de otra manera. Huelen a paz, a victoria; huelen al gratificante y agradable olor que desprende la tranquilidad y la satisfacción del deber cumplido, el objetivo conseguido, la lección aprendida.

martes, 24 de marzo de 2009

El pequeño Edu está sucio

Edu necesita un baño, se lava la cara, se lava la cabeza, se enjuaga el pelo, juega con su patito, y se queda limpio y seco bien envuelto en su toalla. Edu necesita a Yolanda. Bola va, bola viene. Edu necesita consultar a un servidor DNS raiz, y la consulta es recursiva. Edu necesita configurar la siguiente informacion. Edu necesita más estructura, más personal. Edu necesita ensayar, dos veces a poder ser. Edu necesita venir al pueblo unos dias. Edu necesita ayuda; mejor me voy a ir al psicólogo cuando vuelva. Edu necesita más pruebas.

¿Y tú qué necesitas?

(Primeras entradas en google, con el término de búsqueda "edu necesita")

martes, 10 de marzo de 2009

Wear sunscreen


Ladies and gentlemen of the class of '99 "Wear sunscreen"
If I could offer you only one tip for the future, "sunscreen" would be it.

The long-term benefits of sunscreen have been proved by scientists, whereas the rest of my advice has no basis more reliable than my own meandering experience.
I will dispense this advice NOW!
Enjoy the power and beauty of your youth.
Oh, never mind.

You will not understand the power and beauty of your youth until they've faded.

But trust me, in 20 years, you'll look back at photos of yourself and recall in a way you can't grasp now how much possibility lay before you and how fabulous you really looked.
You are not as fat as you imagine.
Don't worry about the future.
Or worry, but know that worrying is as effective as trying to solve an algebra equation by chewing bubble gum.

The real troubles in your life are apt to be things that never crossed your worried mind, the kind that blindside you at 4 pm on some idle Tuesday.
Do one thing every day that scares you.

Sing
Don't be reckless with other people's hearts.
Don't put up with people who are reckless with yours.

Floss
Don't waste your time on jealousy.
Sometimes you're ahead, sometimes you're behind.
The race is long and, in the end, it's only with yourself.

Remember compliments you receive.
Forget the insults.
If you succeed in doing this, tell me how.
Keep your old love letters.
Throw away your old bank statements.

Stretch
Don't feel guilty if you don't know what you want to do with your life.
The most interesting people I know didn't know at 22 what they wanted to do with their lives.
Some of the most interesting 40-year-olds I know still don't.

Get plenty of calcium.
Be kind to your knees.
You'll miss them when they're gone.

Maybe you'll marry, maybe you won't.
Maybe you'll have children, maybe you won't.
Maybe you'll divorce at 40.

Maybe you'll dance the funky chicken on your 75th wedding anniversary.
Whatever you do, don't congratulate yourself too much, or berate yourself either.
Your choices are half chance.
So are everybody else's.

Enjoy your body.
Use it every way you can.
Don't be afraid of it or of what other people think of it.
It's the greatest instrument you'll ever own.

Dance
Even if you have nowhere to do it but your living room.
Read the directions, even if you don't follow them.

Do not read beauty magazines.
They will only make you feel ugly.

"Brother and sister together we'll make it through,
Someday a spirit will take you and guide you there
I know that you're hurting but I've been waiting there for you
and I'll be there just helping you out
whenever I can..."


Get to know your parents.
You never know when they'll be gone for good.

Be nice to your siblings.
They're your best link to your past and the people most likely to stick with you in the future.
Understand that friends come and go,
but with a precious few you should hold on.
Work hard to bridge the gaps in geography and lifestyle, because the older you get,
the more you need the people who knew you when you were young.
Live in "New York City" once, but leave before it makes you hard.
Live in "Northern California" once, but leave before it makes you soft.


Travel
Accept certain inalienable truths:
Prices will rise.
Politicians will philander.
You, too, will get old.
And when you do, you'll fantasize that when you were young, prices were reasonable, politicians were noble, and children respected their elders.

Respect your elders.
Don't expect anyone else to support you.
Maybe you have a trust fund.
Maybe you'll have a wealthy spouse.
But you never know when either one might run out.
Don't mess too much with your hair or by the time you're 40 it will look 85.
Be careful whose advice you buy, but be patient with those who supply it.
Advice is a form of nostalgia.

Dispensing it is a way of fishing the past from the disposal, wiping it off, painting over the ugly parts and recycling it for more than it's worth.
But trust me on the sunscreen.

"Brother and sister together we'll make it through,
Someday a spirit will take you and guide you there
I know that you're hurting but I've been waiting there for you
and I'll be there just helping you out
whenever I can..."

Everybody's Free, Everybody's Free To Feel Good!

viernes, 6 de marzo de 2009

Libro recomendado

El Alquimista
Paulo Coelho
Como no podía ser de otra manera, es el primer libro que te recomiendo. A modo de novela, narra el afán de superación de las personas, la fuerza de voluntad, el esfuerzo por lograr lo que uno quiere si se desea con todas las fuerzas.

¿Quién no ha sentido alguna vez el universo conspirando a su favor para cumplir un sueño?

Book crossing

Nunca he podido empezar un libro hasta 24 horas después de terminar el anterior. Es algo así como un síndrome post-lectura (you know). Necesito ese tiempo para salirme de la piel de los personajes, olvidar los escenarios por los que se han movido, las tramas, los amores,... hasta el tacto de la portada, el grosor de las páginas,...

Cierro el libro y lo guardo en algún hueco que encuentro en la estantería. Me gusta pensar que todos los personajes se sientan a esperar y aguardan a que, quizá, algún día, decida volver a abrir el libro. Y es entonces, cuando volverán a tomar vida, fugazmente, en una especie de viaje en el tiempo, un viaje al instante pasado en el que leí el libro por primera vez.

No está bien que les haga esperar tanto.
Los personajes de un libro son capaces de vivir la misma historia cientos de veces, sin rastro alguno de cansancio, alimentados, solamente, por la curiosidad y los ojos de un nuevo lector.

No les voy a hacer esperar tanto.
Los personajes de un libro necesitan vivir su misma historia miles de veces.

Mi cabeza sufre una discusión sentimental. Concluyo que los personajes, los escenarios las tramas, los amores,… aguardan en mi cabeza, y no en el tacto o en el grosor de las hojas del libro. Busco una página en blanco, escribo mi nombre.

Salgo a la calle y lo dejo "olvidado" en una cafetería, en una parada de autobús, en un asiento del metro, en el banco de un parque...

Y entonces, llega la magia. Los personajes, los escenarios, las tramas, los amores, el tacto de la portada, el grosor de las páginas,… todo lo que ya está y estará por siempre en mi cabeza, cae en manos de un desconocido.

¡Me complace tanto pensar en todo lo que está a punto de descubrir!

lunes, 2 de marzo de 2009

¿Cúanto dura la batería de un iPod?

PÍLDORA #1
Deshago la maleta. ¡Cuántos recuerdos caben en una maleta! Cuántos instantes y detalles en forma de objetos que ocupan las estanterías de mi casa. ¿Cuántas fotos se hacen en un viaje? ¿Cuántas caben en mi cámara? ¿Y en mi cabeza? Ayer.

Pienso en los viajes que he realizado en mi vida. Cuántas carreteras, estaciones, aeropuertos. Cuántas ciudades. Cuántos paises. Cuántos destinos. A veces ni siquiera sé a dónde estoy viajando. A dónde me dirijo. Hay viajes que no se hacen por carretera, ni por aire, ni por mar. Porque hay viajes cuyo destino es desconocido. Hay viajes en los que ni siquiera salgo de mi casa. Hoy.

Hay viajes que recorren sentimientos, y no kilómetros. Hay viajes que duran años, vidas. A veces viajo sin saber que viajo. Y cuando regreso, ya no soy el mismo. Ya nunca seré el mismo. Y los recuerdos de esos viajes quedan marcados en los estantes de mi memoria. Mañana.

Cómo saber si he llegado a mi destino, si tan siquiera sé a dónde debo llegar. Dónde compro mi billete. En un encuentro, en un fracaso, en una oportunidad. Cuántos dias llevo viajando. Cuántas personas viajan conmigo. Cuánto amor. Cuántos errores. Cuántos hoteles de paso.

Cuándo será mi próximo viaje. Cuántas almas. Cuántas sensaciones. Cuánto tiempo. Estoy preparado para el siguiente viaje... ¿o acaso ya estoy viajando?

He cargado la batería de mi ipod. Por lo que pueda ocurrir.

Christened in blog

Las personas nunca dejan de sorprenderme. Cada una que conozco es como una caja cerrada, con cientos de sorpresas dentro, por descubrir. De una de esas cajas, nace este blog.

Hay personas que tienen la habilidad de mejorar todo su entorno, a todas las personas que las rodean. Es un don. Consiguen sacar lo mejor de nosotros, dirigen, en silencio, las fuerzas del universo; y todo, a su lado, parece más fácil y sencillo. Son los alquimistas.

Estad atentos.

No pretendo con este blog más que entretenerme y entretenerte. Mostrar señales que algún alquimista me enseñó en algun momento. Ideas, escritos, curiosidades, humor, videos, musica,... ¿quién sabe que irá surgiendo?

Enjoy it & have fun!

Stream of life (II)

No podía encontrar una manera mejor de comenzar este blog. Viendo este video, uno se siente capaz de cualquier cosa.
"Hasta el infinito... y más alla" (Buzz Lightyear)

Este video es una apología visual de las mejores cualidades de la humanidad: compañerismo, voluntad, amistad, mestizaje, confianza, superación, esfuerzo, ilusión, fuerza...

¿como una idea tan simple puede llegar tan lejos?
¿cómo una idea tan simple puede hacerme sentir tan bien?

Stream of life



The same stream of life that runs through my veins night and day
runs through the world and dances in rhythmic measures.

It is the same life that shoots in joy through the dust of the earth
in numberless blades of grass
and breaks into tumultuous waves of leaves and flowers.

It is the same life that is rocked in the ocean-cradle of birth
and of death, in ebb and in flow.

I feel my limbs are made glorious by the touch of this world of life.
And my pride is from the life-throb of ages dancing in my blood this moment.

(Rabindranath Tagore)

Have a little faith