viernes, 24 de julio de 2009

People

A lo largo de la vida, ¿con cuántas personas llegamos a cruzarnos? Un número, ¿100, 500 , 2.000,...? Me refiero a personas con las que, en algún momento, ya sean segundos, minutos, meses o años, con mayor o menor grado de intensidad, hemos compartido un rato de nuestra vida.
He mirado en internet. Siempre hay alguien que ya pensó cualquier cosa que se me pueda ocurrir. Nombre y apellidos. Ese es el criterio que propone uno de mis precursores. Es necesario saber el nombre y el apellido para incluir a la persona. Con el nombre sólo me parece suficiente, ese es mi criterio. Repaso mi historia, el colegio, el barrio, la universidad, el trabajo, la familia, los amigos,...

Me he puesto a recordar. Es increible cuánta gente cabe en mi cabeza. Nunca he tenido buena memoria, aún así, vuelan por mi mente decenas de personas. Momentos y detalles de cada una, de su personalidad, de su forma de ser, de hablar, de actuar, de las situaciones que compartimos... La perspectiva temporal me permite ver a cada persona que me viene del recuerdo de un modo más general, más amplio, más completo. Mi recuerdo filtra muchos de los pequeños detalles y me muestra a las personas con sus rasgos más identificativos, más personales, en una especie de "redondeo" humano.

Y me doy cuenta de todas y cada una de las singularidades de cada uno de ellos. Todos presentan rasgos identificativos y únicos. Del mismo modo que cada persona tenemos un aspecto físico único, también expresamos una personalidad única, con similitudes y diferencias del resto de personalidades, pero perfectamente identificable.

Todas esas personalidades, de un modo u otro, me han marcado, con una huella más o menos profunda. De todos he aprendido, consciente o, en la mayoría de los casos, incoscientemente. Mi personalidad es fruto y se alimenta de todas las personas con las que me he cruzado. Porque todas las personas tienen cosas que enseñar. De todos podemos aprender algo, cómo queremos ser, cómo no queremos ser, cómo nos gustaría hacer, cómo hay infinitas formas de ver una misma cosa, como hay infinitas formas de afrontar los acontecimientos,...

Cada persona que conozco, he conocido o conoceré, es una caja de cartón cerrada. Con un mundo de sorpresas y momentos por descubrir. Son cajas de infinitas esquinas. Hay cajas que abres y sólo llegas a mirar por encima y las hay que, aún con el paso de los años, nunca dejas de explorar y siempre descubres nuevos rincones. Y la vida es un gran almacén, sin problemas de espacio, capaz de almacenar tantas cajas...

domingo, 19 de julio de 2009

Free Hugs


“A veces todo lo que necesitas es un abrazo”. Así comenzó Free Hugs Campaign, la historia de una persona conocida como Juan Mann, que un día decidió dar abrazos gratuitamente a la gente en la calle. Por pequeñas casualidades de la vida los abrazos de Juan Mann han roto todas las fronteras, hasta convertirse en un movimiento mundial. Pero eso es otra historia, el final de esta historia.

En el año 2004, Juan Mann (seudónimo cuya fonética coincide con One Man, "un hombre") regresa a Australia, su país natal. Una vez allí, el sentimiento de soledad comienza a invadirlo, sus padres acababan de divorciarse, se había separado de su prometida y su abuela había fallecido. Para animarse decide ir a una fiesta, donde una desconocida le regala un abrazo, "Me sentí como un rey, fue lo mejor que me ha pasado nunca", así describiría ese momento tiempo después.Con ese sentimiento, un 30 de junio, decide salir a repartir abrazos a la gente que transitaba por Pitt Mall Street en Sídney.

Así fue como conoció a Shimon Moore, quien grabó al protagonista abrazando y el intento frustrado de la policía de prohibir los abrazos gratis. Precisamente, sería ese video alojado en youtube, el que llevaría una simple actitud a transformarse en todo un movimiento a nivel mundial, conocido como Free Hugs Campaign o Abrazos Gratis.

A partir de 2006, el movimiento se logra expandir alrededor del mundo gracias a personas que, motivadas por el vídeo original, deciden lanzarse a las calles a repartir afecto, y posteriormente, gracias al boca a boca originado por estas espontáneas acciones. (El video que aquí cuelgo es una muestra de ello, en la ciudad de Málaga)

Actualmente, el movimiento continúa por todo el mundo, y en youtube se alojan centenares de vídeos creados por los "abrazadores" que simplemente pretenden compartir sus experiencias con más gente.