martes, 2 de febrero de 2021


«—¿Adónde vamos?
—A casa, siempre a casa.»

Estructuras disipativas

Del punto de bifurcación
    o de cómo se obtiene orden del desorden
        o del proceso evolutivo de la conciencia humana
            o de la organización supramolecular de los remolinos de Bénard.


...Sin embargo, hay que decir que la capacidad de adaptación a las fluctuaciones del entorno no es ilimitada. Esta sería la primera clave importante al respecto. Hay un tope de adaptabilidad por encima del cual el sistema ya no está en condiciones de adaptarse, es decir, de disipar entropía para mantener su crecimiento y su equilibrio.

El límite en cuestión depende de la complejidad del sistema, de su grado de evolución y de la complejidad y flexibilidad de su organización interna. Cuando el impacto que recibe del exterior es demasiado fuerte y se supera el límite de adaptación, el sistema se vuelve caótico e inestable.

He aquí una segunda clave: si el impacto continúa siendo demasiado fuerte, el sistema fluctúa en medio de una inestabilidad muy frágil, de tal forma que la menor influencia puede empujarlo hacia una infinidad de respuestas posibles. Su reacción es imprevisible.

En esa situación extrema, el sistema llega, según palabras del propio Prigogine, a un punto de bifurcación disruptivo en el que la estructura disipativa:

—o bien se desmorona y desaparece, es decir, se disuelve en el entorno.
—o bien se reorganiza completamente, pero a un nivel superior.

Y he aquí una tercera clave: una característica sorprendente de la nueva organización es que no tiene nada que ver con la anterior. No es un perfeccionamiento o una continuidad de la misma pero mejor adaptada. No, en absoluto. Se crea de nuevo a partir de principios radicalmente diferentes, que no tienen ninguna relación con los anteriores porque funcionan a partir de otra realidad. Es lo que se llama un salto cuántico.

Budismo v1.0 (Portable)

(Cuatro acuerdos de la sabiduría tolteca.)