sábado, 22 de agosto de 2015

Cosas que sí y cosas que no

No me gusta la leche desnatada con el café. Detesto escribir por el whatsapp mientras camino. No me gustan los cepillos de dientes sin tapa. No me gusta el olor a coliflor cocida. No me gusta pisar el césped descalzo. No me gusta el alarmante sonido del cercanías cuando anuncia el cierre de puertas. Odio despertarme con sueño en mitad de la noche. Me fastidia subir a casa cargado con las bolsas de la compra de la semana para ahorrarme un viaje. No aguanto que pregunten quién más sale. Me incomodan comer con migas de pan sobre la mesa. Odio marearme cuando me subo a un barco. No me gustan las cortinas de baño que se me pegan al cuerpo mientras me ducho. Me disgusta tomar bebidas calientes en recipientes de plástico. Detesto los días oscuros de invierno que amanecen con lluvia. No me gusta que se me acabe la batería del teléfono al volver a casa en metro. No me gusta el olor del lavavajillas antes de encenderlo. No me gusta el rugir del motor de las motos de gran cilindrada. Aborrezco los espárragos blancos, su sabor y su textura. Detesto las algas blandecinas que me rozan la piel cuando me baño en el mar. No me gusta escuchar martillazos al otro lado de la pared. No me gusta el aire acondicionado. Me indigesta encontrar un táper escondido  en el fondo de la nevera, con la comida estropeada. No me gusta la parte de atrás de los ordenadores de pie. No me gusta mancharme de grasa cuando abro el capó de mi coche. Detesto los pipos de las aceitunas sobre la mesa. Odio el trapo del polvo, hace que me pique todo el cuerpo. No me gustan las cazuelas quemadas. Aborrezco el sabor del tequila en un chupito. No me gusta correr por asfalto. No me gusta parar más de diez minutos cuando conduzco en un largo viaje. No me gusta bailar agarrado. Detesto que me despierten gritándome al oído. No me gusta respirar cuando un autobús cerca de mí echa humo por su tubo de escape. No soporto tocar el algodón de farmacia.

Me gusta el olor a hierba mojada. Me gusta echar gasolina. Me gusta dormir con las sábanas recién lavadas. Me gusta el sol de por la tarde que entra por la ventana del cuarto de estar. Me gusta correr por caminos de tierra con los auriculares puestos. Me gustan las ensaladas de lechuga solamente. Me gusta el sonido del piano. Me gusta observar a una chica cuando está leyendo. Me gusta apretar el gatillo del taladro. Me gusta cuando ponen una canción de Los Planetas por la radio. Me gusta mirar por la ventana cuando viajo en autobús. Me gustan los cucuruchos de vainilla. Me gusta escuchar el sonido de los truenos sentado en el sillón de mi casa. Me gustan los aeropuertos. Me gusta ver a los aviones despegar a través de los ventanales de la terminal. Me gusta darme cuenta al despertar de que me quedé dormido. Me gustan las pizzas de pepperoni con tomate natural en rodajas. Me gustan las máquinas de escribir antiguas. Me gusta enterrar los pies en la arena de la playa. Me gusta subirme a las ramas de los árboles. Me gusta repartir lentamente la mantequilla por todos los puntos de la tostada. Me gusta recibir un mensaje de alguien en quien he estado pensando. Me gusta respirar profundo en lo alto de una montaña. Me gusta conducir con la ventanilla bajada. Me gusta volver de visita a la casa de mis padres donde crecí. Me gusta el bosque de plantas verdes que tengo en la mesa del salón. Me gusta dormir la siesta con la persiana levantada. Me gustan las naranjas, su sabor y su textura. Me gusta escuchar las campanas de la torre de una iglesia. Me gusta montar en bici con ropa de calle. Me gustan los domingos de invierno lluviosos en pijama. Me gusta bucear. Me gusta que me besen en la mejilla. Me gusta deshacer la maleta cuando regreso de un viaje a un lugar lejano. Me gusta pensar en ti.

jueves, 6 de agosto de 2015

Tus viejos discos de vinilo

Cuando te fuiste de casa los guardé en una caja de cartón. La verdad es que nunca te has preocupado mucho de tus cosas. Eres así, mitad desprendida, mitad desorganizada. Pero tus discos... no entiendo cómo no pensaste en ellos aquel día. Con todo el esfuerzo y tiempo que habías dedicado a tu colección. Algunos los compraste cuando ya salíamos juntos. Debo reconocerte que al principio me parecía una afición caprichosa e insustancial. ¡Gastarse el dinero en vinilos viejos en plena era digital! Con todos esos cuidados necesarios, tener que almacenarlos de forma vertical, el ritual de limpiarlos antes y después de escucharlos, la delicada aguja del tocadiscos,... Al final, me aficioné yo también al sonido analógico, cálido e imperfecto de la música en un vinilo. A los chasquidos, a su textura y a la atmósfera que crea. ¡Quién iba a imaginar que terminaría aprendiendo a arreglar los saltos de surco!


Puse la caja en lo alto del armario, inaccesible a la vista. Me enfurecía solo de pensar en tus discos. Pero hace ya mucho tiempo de aquello y ahora no sé qué hacer con la caja. Lo más lógico sería devolvértelos, pero pasó mucho tiempo hasta que te acordaste de pedírmelos. De un día para otro apareciste de la nada y me exigiste los discos. Tu despreocupación hasta entonces había sido total y en cierto grado, dolorosa. Me los pediste con insolencia, en tono amenazante. ¡Como si de algún modo yo te los hubiese arrebatado! Ni los discos ni yo merecíamos ese trato. Así que decidí no devolvértelos. Quizá, por rencor. Quizá, porque estaba cansado de solucionarte siempre los problemas. El caso es que ahí están. He pensado en venderlos por internet. Estoy seguro que me sacaría una buena suma de dinero. A veces creo que simplemente los dejaré al lado de un contenedor de basura. Así ya no ocuparan más espacio en mi armario, ni en mi cabeza. Tal vez algún día me dé por mandártelos. Quién sabe.

Mientras lo decido, bajaré la caja del armario, sacaré uno de los vinilos de Janis, lo limpiaré cuidadosamente y accionaré el tocadiscos.

   

martes, 24 de marzo de 2015

Milk of human kindness

PÍLDORA #3
Desolación. Incertidumbre. Decepción. Tristeza. Infinita tristeza. Cansancio, hasta el agotamiento. Vacío. Soledad. Derrota. Homesick. Recuerdos felices. Esfuerzo baldío. Tiempo. Proyectos. Más vacío. Ilusiones. Flaqueza. Dolor de alma. Peso, tanto peso. Insoportable. Caer. Noche. Frío. Lejos. Extraño. Viejo. Espacios cerrados. Necesidad. Correr, con la lengua fuera. Retroceder. Llorar, casi. Frustración. Distinto. Sueño. Ayer.

Camino. Nacimiento. Novedad. Incertidumbre, de nuevo. Ilusión. Fuerza. Apertura. Expectación. Paz. Seguridad. Dudas. Positivo. Yo. Trabajo. Explorar. Sonrisa. Música. Cielo. Y el sol que sale. Ingravidez. Generosidad. Igual. Ligero, como pluma al viento. Confianza. Pasear. Correr. Más yo. Consciencia. Perdón. Aprendizaje. Valor. Deseos. Crecer. Verde, como esperanza. Sabores. Respirar, tomar aire. Creer. Querer. Descanso. Avanzar. Luz. Amor. Hoy.