LOS ORDENADORES
El mundo de los ordenadores es infinito. Cada día puedes aprender una palabra o una cosa nueva que te gusta más que lo que has aprendido antes.
Aunque des clases de informática, no aprendes todo pues este gran mundo necesita estudio individual. Tienes que estar en tu casa con tu ordenador y estudiándolo tú solo para que aprendas mucho más.
Muchas personas creen que los ordenadores son solo para jugar, pero están equivocados pues se pueden hacer infinidad de cosas con ellos.
Hay muchos programas que te permiten hacer distintas cosas (según las quieras realizar tú) como por ejemplo: dibujar, escribir, poner agenda, bases de datos etc…
También hay otros programas que te permiten hacer otros programas como tú lo vayas a utilizar. En estos programas tú puedes poner lo que te apetezca y lo que vayas a utilizar.
Como se puede observar, lo que estoy contando de los ordenadores, no son cosas acerca de los juegos divertidos, estos, solo son para cuando estes un poco cansado de los programas, de los archivos que has hecho…, en ese momento es cuando hay que ponerse a jugar, pues si no podrías dejarle a un lado (el ordenador), aburrirte de él y no cogerle más.
Carpetas, carpetas, carpetas…
Utilice una sola carpeta: la eficacia del PC.
El viernes pasado fuimos con la profesora de lenguaje a ver Cuenca. Primero visitamos la catedral; luego, las casas colgantes; (donde empezó) finalmente, la Ciudad Encantada.
Fue allí, es decir, en la Ciudad Encantada, donde empezó a llover a raudales. Entre la lluvia, el barro, las orugas y los pasadizos estrechos entre las rocas, apenas podíamos caminar. Cuando finalmente llegamos al autocar, dejó de llover; pero ya era demasiado tarde para repetir el paseo.
UN PAISAJE ANIMADO
Hoy lunes, voy al colegio. Las largas vacaciones han acabado. Preparo la cartera. Me aseo y salgo de casa. Paso por los soportales de tráfico. A mi izquierda veo Radio Segovia. Ando un poco y veo la fábrica del Adelantado de Segovia. Cruzo una larga calle donde miro el 18 de Julio y saludo a algún médico. Llego al colegio de las Concepcionistas. Bajo una cuesta, donde en todo momento veo el Acueducto. Llego al Azoguejo. Subo por la Avenida Padre Claret hasta el colegio. Allí vuelvo a encontrar a mis amigos, que también han finalizado sus vacaciones.
En el colegio hay un gran patio. En el hay un frontón, canchas de tenis, de fútbol, de baloncesto,… A la izquierda vemos una piscina y a su lado un gran polideportivo.
Los niños juegan y se lo pasan bien.
TESTIGO DE EXCEPCIÓN
Hoy en el colegio me ordenó el profesor que fuese a portería a recoger unas cosas. En el camino me pareció ver un hombre con una pistola y me escondí detrás de una mesa. Más tranquilo pude observar que ese hombre, con su pistola, estaba apuntando a otro. El dueño de la pistola dijo al otro señor que fuese más rápido. Entonces se me calleron las hojas que llevaba y temí que me descubrieran. Oi que uno de los hombres preguntó si había oído algo, no se quien de los dos y el orto respondió que no; estoy seguro de que si que lo oyo, pero no lo quiso decir.
De repente apareció un profesor que me preguntó que hacía escondido ahí. Los otros hombres se dieron cuenta y dispararon contra el profesor; todo asustado, me caí de la silla cuando Carlos, el profesor que me había mandado al recado, ¡me despertó con unas voces…!
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