Nunca te hallarás por sus calles sin motivo,
viviendo su pulso único y sus rincones llenos de historia.
Ni imperios ni barbarie conquistaron nunca Madrid,
será Madrid quien sepa conquistarte.
Madrid te prueba, Madrid te enseña,
hasta que, agradecido, te acabas enamorando de la ciudad.
Madrid no te engaña nunca,
y nunca deja de sorprenderte.
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